EL PODER DE LA MINDFULNESS
Cómo una práctica de meditación puede ayudar a los niños a sentirse menos ansiosos, más enfocados
La atención plena es una práctica de meditación que comienza con prestar atención a la respiración para enfocarse en el aquí y el ahora, no en lo que podría haber sido o lo que te preocupa. El objetivo final es brindarte la distancia suficiente de los pensamientos y emociones perturbadores para poder observarlos sin reaccionar de inmediato.
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En los últimos años, la atención plena ha surgido como una forma de tratar a niños y adolescentes con afecciones que van desde el TDAH hasta la ansiedad, los trastornos del espectro autista, la depresión y el estrés. Y los beneficios están demostrando ser tremendos.
Les brinda a los niños la capacidad de adaptarse y lidiar con los factores estresantes que a menudo pueden enfrentar cada día. La práctica de la atención plena en realidad aumenta la conectividad entre la amígdala y varias regiones del cerebro responsables de la regulación emocional exitosa, la capacidad de pensar de manera constructiva y sobrellevar los sentimientos. Cuando se hacen estas conexiones, se mejoran las cualidades de amabilidad, paciencia, compasión, control de impulso y capacidad de atención. Esto también incluye la capacidad de reconocerse y calmarse de los sentimientos fuertes. El resultado es que los niños son más resistentes, y es menos probable que se sientan abrumados por sus sentimientos. La atención plena también ayuda a desarrollar habilidades de observación que llevan a la resolución de problemas y habilidades de concentración, ambas muy importantes para el aprendizaje.