1. En pocas palabras, es divertido.
Cada persona va a una fiesta por la simple razón de divertirse, es reconocido y practicado. Es una experiencia sensorial y el ajuste está destinado a aumentar los cinco. En ese momento en particular, te olvidas de quién se supone que eres y las cosas que debes hacer, no hay más tiempo que el presente y estás ahí para aprovechar al máximo.
2. Vulnerabilidad socialmente aceptada.
El alcohol puede ser la mejor excusa para las acciones más estúpidas, en un contexto más sutil, es una forma aceptable de vulnerabilidad. La gente puede decir, accidentalmente, las cosas que están corriendo en su cabeza, ya sea a la persona que está destinada a escucharlo o a alguien que ni siquiera quiere escuchar. Después de algunas tomas, la gente baila como si nadie la mirara (o como la de todos, depende de cómo les guste), las mujeres abandonan sus inhibiciones y los hombres adquieren la confianza para acercarse a ellas. Es un momento donde la expresión es libre y el miedo disminuye. Así que si expresar no es tu fuerte, toma un vaso y tómate una copa.
3. Admítelo, es un mercado.
Las personas solteras pueden ser detectadas fácilmente por aquellos que ya están en el poder. (Descargo de responsabilidad: esto solo se aplica antes de las 3 am, más allá de eso, las personas se comportan como parejas). Si estás allí con mucha energía para moverte de un lugar a otro, para bailar y socializar, estás en el mercado. Es un lugar donde te encuentras con personas que probablemente también conozcan a otras personas, probablemente no por las mismas razones, pero a un nivel básico, ya tienes algo en común.
4. Escape.
Todos desean alejarse de sus realidades de vez en cuando. En estas configuraciones, a la gente realmente no le importa de dónde vienes o lo que has hecho. Su apariencia, confianza y movimientos son la única base de juicio: puede llegar a ser quien quiera que sea. Ya sea para escapar de sus monótonas rutinas, miedos o pensamientos, el escenario es una plataforma perfecta para distraerse de las luces al chico o chica sexy al lado de la barra.
Después de cada fiesta, siempre hay una nueva historia que contar. Puede ser algo de lo que estés orgulloso o algo de lo que te arrepientas profundamente. Sin embargo, no importa cuán eufórico pueda ser el momento, debes reconocer que es tan bueno como dura. Como se dijo, es un escape, y no puedes escapar para siempre.