No puedo hablar por todos. Para mí, no odio a las personas que no comparten mis creencias polémicas. Puedo suponer una posible respuesta al examinar qué es realmente la política.
La política es sobre quién, quién obtiene qué, cuándo y cómo.
Otra forma de verlo es. Con un número limitado de posibilidades dados los escasos recursos, ¿cuáles deberían ser nuestras prioridades?
Ya que estamos hablando de cómo distribuir “cosas” entre las personas, es fácil ver por qué las personas pueden llegar a ser muy apasionadas acerca de sus creencias. Dado que otras creencias son contrarias a lo que cree la primera persona, tienes una fuente de fricción.
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Para enojarte o odiarte, simplemente debes aplicar un poco de combustible, más escasez, hambre, falta de vivienda, enfermedad o inquietudes morales y éticas para los menos afortunados, y aplicar suficiente fricción para el fuego.