Crecí complaciendo a la gente, y puedo decirles que es muy diferente de ser amable.
Si alguien es amable, hará las cosas por los demás con la bondad de su corazón y no esperará nada a cambio. Ella sabe que decir “no” es necesario a veces y no sacrificará su felicidad por la de nadie más.
Un complacedor de la gente hace todo lo posible por hacer cosas por la gente porque quiere su aprobación. Quiere que la gente la quiera y siente que debe hacer cualquier cosa por ellos. Ella deja que la gente pase por encima de ella, porque está demasiado preocupada por tratar de complacer a la otra persona.
Crecí cuando me dijeron que era una buena chica, pero me di cuenta de que no estaba siendo amable con la gente. Estaba siendo una persona agradable. He cambiado mi forma de ser, y ahora me siento más feliz, más relajada y menos insegura con respecto a los demás.
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