Nos gusta pensar la verdad como un absoluto.
¡Sólo hay una verdad!
Pero la realidad es que en muchas situaciones, la verdad es opinión o perspectiva o punto de vista. Ahí está el clásico, “¿Esto me hace parecer gordo?”, Pero hay muchas situaciones similares en las que su opinión no es igual a la verdad.
“¿Qué piensas de mi nueva pintura / libro / canción?”
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“¿No crees que mi nueva novia / novio es genial?”
Incluso cuando se trata de hechos, mucha “verdad” está teñida por perspectivas u opiniones de segunda mano.
“Las personas que no tienen hogar no están tratando”.
“Han disparó primero”.
Hay momentos en que la verdad es difícil de escuchar, por ejemplo, que un ser querido se suicidó, y parece más amable llamarlo un accidente, pero ocultarle la verdad a las personas es un elemento que compensa la miseria. Cuando haces planes o te adaptas o aceptas cosas en tu vida que resultan estar basadas en mentiras, el impacto es mucho mayor que si hubieras tenido la información real todo el tiempo.