¿Por qué siempre conseguimos hacer contacto visual con alguien que realmente nos gusta?

Nos gusta mirar sus hermosas caras, y tenemos curiosidad por ver lo que están haciendo. Al observar a las personas, también podemos descubrir un poco acerca de sus gustos y aversiones, y tal vez podamos usar esta información para convertirnos en la persona que les guste. También queremos captar su mirada, sonrojarse y mirar hacia otro lado con timidez. Es lo que hacemos, admiradores sin esperanza. Queremos ver si nos están prestando atención, y queremos sentir ese sentimiento romántico que nos da una razón para pensar: ¡Ay, ellos me miraron! ¿Podrían gustarme?