¿Por qué me preocupa mi futuro?

Tal vez porque es desconocido. También el efecto de tus decisiones también son incognoscibles.

El resultado de muchas de nuestras decisiones depende de la voluntad de otros, como el matrimonio o los negocios. El libre albedrío de los demás afecta nuestra trayectoria, nos guste o no.

Estar preocupado por tu futuro es un regalo. Debería permitirle sentarse y enfrentar sus limitaciones, tratar de tomar decisiones mejor informadas, seguir un plan, trabajar duro, encontrar valor en la vida actual, etc.

Si no estuviera preocupado por su futuro, entonces, ¿qué le impediría actuar por cualquier impulso que entrara en su mente? Tal vez la preocupación por los demás mitigue el comportamiento que podría ser destructivo, pero en última instancia, necesita motivación para hacer lo que es bueno para usted y para los que ama.

Por ejemplo, acumular enormes deudas en tarjetas de crédito por el hecho de tener una gratificación inmediata le hará daño a largo plazo. Necesitas preocuparte por tu futuro para evitar trampas como esa.

Abraza esa preocupación y busca la seguridad del consejo de aquellos que han recorrido ese camino antes que tú. Aprende de su experiencia, tanto de sus errores como de sus éxitos.

Vive lo mejor que puedas hoy con lo que tienes ahora, y también haz planes para el futuro.

Es bueno que lo seas. Hay muchas razones por las cuales esto puede deberse. Generalmente, uno se preocupa por eso cuando comienza a darse cuenta de que lo que depara el futuro está asociado con las consecuencias de nuestras acciones presentes, acumuladas.

Esa es la naturaleza humana. Toda situación es sobre pasado, presente y futuro. No puedes hacer nada por el pasado. Vives tu presente, y en lo que realmente puedes pensar es en el futuro.

Porque desea verse en el mejor lugar en el futuro y esa es la única razón por la que le preocupa. No eres el único que piensa así. Casi todos en este mundo están preocupados por su futuro. Nada raro y diferente en ello.

¡Aclamaciones!

Porque es a ti que va a pasar.

Porque a partir de ahora, tus decisiones definirán tu vida.

La razón puede ser simple.

Porque no tienes un regalo increíble.