Rendirse. Simplemente se siente. Siente lo que sientes plenamente y a fondo. Tómese el tiempo para investigarlo, pregúntese qué está pasando realmente aquí. Siéntelo en tu cuerpo, siéntelo en tu corazón.
Lo que se hace depende de usted. Lo que SIENTES no es.
Manejar los sentimientos es como arrear gatos. Tratar de tamizar, clasificar, archivar y almacenar los sentimientos es inútil y contraproducente. Para la mayoría de nosotros, el primer instante en que sentimos algo negativo, intentamos que desaparezca. Reaccionamos instintivamente, como alejando tu mano de la llama. Pero observa esa reacción y luego date el regalo del TIEMPO para dar un paso atrás, sentir lo que sientes y preguntarte: ¿qué está pasando realmente aquí? No puedes hacer eso si estás ocupado tratando de aplastar la sensación.
Además, los sentimientos no desaparecen porque queremos que lo hagan. Solo te roen fuera de la vista, hasta que estallan más tarde en un volcán inesperado.
- ¿Qué deben traer las personas y qué deben tomar de la vida?
- Sigo deseando que ciertas personas escuchen mis problemas y me consuelen. ¿Esto es normal?
- Si no confías en ti mismo, ¿cómo pueden otros confiar en ti?
- ¿Cuál es la diferencia entre ‘si soy honesto’ y ‘si soy honesto’?
- ¿Qué cosas debe hacer un adolescente en un día perezoso?
Después, cuando haya permitido que los sentimientos sigan su curso, cuando haya aprendido lo que pueda de ellos, ENTONCES podrá tomar una decisión sobre qué hacer como resultado.
Además, después de haber luchado contra la depresión toda mi vida, tengo un gran temor de ser abrumado por las emociones negativas. Así que formé el hábito hace años: me lancé sobre ellos tan pronto como aparecieron y me obsesioné por eliminarlos. Pero ahora he descubierto que cuando dejo de tratar de controlar mis sentimientos, pasan a través de mí con bastante rapidez. Ellos no se mudan y establecen su residencia. Son como un rayo: me encienden por un momento y luego pasan.