He leído muchas respuestas bien intencionadas aquí. La gente parece ansiosa por ahorrarles a sus familiares el gasto y la tristeza de un funeral.
Es importante darse cuenta de que si no hace los arreglos por su cuenta, antes de su muerte, sus familiares se quedarán atascados al tomar decisiones en un momento muy vulnerable. Dependiendo de las leyes locales, una funeraria o sociedad de cremación tiene que lidiar con el cuerpo. No puedes simplemente llevar al abuelo al crematorio o enterrarlo en el patio trasero.
Una vez que la funeraria tiene el cuerpo, los gastos comienzan a sumarse, y un “servicio” funerario es una de las partes más pequeñas del costo. De hecho, si usted es miembro de la iglesia, generalmente no hay un costo fijo por el servicio.
Insto a todos a pre-planear este evento inevitable. Cuantas menos decisiones tengan que tomar sus familiares, mejor.
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He experimentado dos muertes en mi familia inmediata. Mi hermano murió a los 19 años en un accidente, y la planificación fue horrible para todos nosotros. Tuvimos mucha suerte de tener un sacerdote de la parroquia que era un amigo cercano de la familia para ayudar, pero fue una tortura para mi madre.
En contraste, mi padre murió en casa con cuidados paliativos. Él (y mi madre) se habían inscrito años antes con la Sociedad de Neptuno, una sociedad de cremación. Todo lo que tomó fue una llamada telefónica, y manejaron todo. Recogimos sus cenizas unas dos semanas después y pudimos tener un servicio de internamiento en un cementerio nacional cuando era conveniente para toda la familia.
Por favor, no solo hable sobre sus deseos, ¡haga los arreglos para que sucedan!