Acepta qué es exactamente eso: realidad. No juzgues a los demás porque sabes que no andas en sus zapatos. Deseo bien a todos y sobre todo a ti mismo. Abre tu corazón al dolor y placeres tuyos y de los demás, y siéntelos plenamente. Mantenga la mente lo más posible pero abierto (así que no confunda la calma con la indiferencia). Aprende que lo que no puedes cambiar solo lo puedes aceptar. Aprende que lo que no puedes aceptar necesitas cambiar. Trate de hablar solo si es verdadero, amable y útil.
Entrena para mejorar todas estas habilidades. (Medita, haz yoga, teje, lo que te haga funcionar y te mantiene en el momento presente).