Estoy muy interesado en la cocina social, como parte de la cultura de la cocina. Creo que es porque hay mucho lado experimental en la cocina. Siempre puedes modificar las recetas, tirar cosas y probar cosas nuevas. Y cocinar juntos hace que jugar con la comida sea aún más divertido. Además, cuando te sientas a cenar, sabes que creaste esa cosa juntos y no por el esfuerzo de una sola persona.