Porque algunos trabajan desinteresadamente, mientras que otros están acumulando efectivo engañando a las masas comunes. También la mayoría de los políticos tienen fuentes alternativas de ingresos (como bienes raíces)
En todos los políticos, los nombres como trabajo social, etc. prefieren lo que hacen, mientras que en realidad es solo un juego de persuasión y engaño. Por eso la política no se llama negocio.