Como Barry Schwartz afirma en The Paradox of Choice, las personas pueden sentirse abrumadas por las demasiadas opciones y salir menos felices al final.
Este laboratorio de radio ¿Cuánto es demasiado? Me apuntó a un artículo de George Miller que cuantificaba cuánta elección es demasiada (más allá de las 7 +/- 2 opciones).
En cuanto a toda esa gratificación instantánea por conveniencia, como concluyó el ahora famoso estudio longitudinal de Walter Mischel sobre el experimento del malvavisco de Stanford, la capacidad de retrasar la gratificación se traduce en mejores resultados en la vida.
Por lo tanto, demasiadas opciones paralizan y hacen a uno menos feliz, irónicamente. Además, una sobredosis de gratificación instantánea hace que uno no esté acostumbrado a ejercitar el ‘músculo de la fuerza de voluntad’ como si fuera. Esto deja a uno preparado para retrasar la gratificación, un requisito previo para cualquier búsqueda seria.
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