Creo que quizás esto podría ayudar: Todos sufren con algo. Y todos están contentos con algo.
A veces piensas en esas personas realmente desafortunadas; Las personas que mueren en la guerra, la pobreza, en manos de gobiernos corruptos, realmente indefensos. Curiosamente, muchos de ellos te dirán que todavía tienen algo de felicidad. Sí, desearían que las cosas fueran diferentes, pero a veces todavía tienen algo por lo que sonreír.
En una entrevista con un desertor norcoreano, lo que más me impresionó fue cómo contó que después de escapar de la hambruna y del dictador, la única vez que fue feliz fuera de Corea del Norte fue cuando llegó. Después, la presión de la sociedad surcoreana lo aplastó hasta el punto de que a menudo contemplaba el suicidio. Dijo que a pesar de que eran muy pobres y estaban muriendo en Corea del Norte, todavía se amaban y tenían recuerdos felices.
Reversamente las personas “afortunadas” también sufren. Crees que no tienen derecho a hacerlo, pero el dolor de todos es doloroso, no es algo relativo o medible. Es posible que tú mismo hayas sentido que eres la persona más triste del mundo, mientras que otros pueden argumentar “oye, pero al menos tienes internet”. Pero eso no hace que tu dolor sea menos doloroso. Nunca se sabe lo que la gente pasa. Tienen una enfermedad con la que luchan, una baja autoestima porque los niños ricos que los rodean están tan concentrados en las cosas superficiales. Podrían tener la familia más odiosa. O sentirte sin rumbo en la vida.
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Sí, es frustrante pensar en las cosas que le gustaría tener, pero en lugar de eso, otros lo tienen. Pero lo mismo se aplica a ti, tienes muchas cosas que otros desearían tener. Pero lo que todos tenemos es la capacidad de ser feliz a pesar de todo. Todos debemos estar agradecidos y aceptar el desafío que el universo nos presenta, porque sabe que somos tan fuertes y poderosos que podemos superar esos obstáculos.