¿Qué hace que las personas tomen éxitos o fracasos personalmente?

Porque nos dicen que somos responsables de nuestro propio progreso y que el éxito se considera una medida de nuestro mérito.

Solía ​​ser que los fracasos simplemente se consideraban eventos desafortunados, pero como hemos empezado a creer que nadie puede hacerlo con los esfuerzos adecuados, simplemente llamamos perezosos a esos perdedores.

Ahora se necesita algo de sabiduría y distancia emocional para escapar de esta ideología impulsada por el mercado y comenzar a ver las cosas de manera diferente.