Hay dos posibilidades:
- No hay evidencia adecuada de que la premisa (que los monoteístas obtienen recompensas y demás) es cierta. En ese caso, no hay razón para la ley.
- Hay evidencia adecuada de que la premisa es verdadera. En ese caso, antes de que empieces a promulgar leyes para compensar la inequidad, tal vez deberías intentar explicarle a los ateos por qué están equivocados.