¿Es la ira nuestra forma innata de protección?

Estoy de acuerdo con John en decir que la ira es un mecanismo que nos alarma a las violaciones, ya sean reales o imaginarias. Los seres humanos son muy buenos para construir perspectivas de “peor de los casos” y saltar a conclusiones. Somos narradores de cuentos.

La ira es una experiencia de todo el cuerpo que se evidencia por el aumento de la energía en las extremidades y, en mi caso, una fuerte presión en el área nasal.

No conozco a una persona que esté completamente desarrollada en el sentido emocional. La mayoría de nosotros no nos educamos y enseñamos a identificar los síntomas de la ira, ni a explorar una situación desencadenante de la ira para evaluar mejor cómo responder.

La ira, suele ser una respuesta basada en el miedo. Sirve como factor de protección, ya que estamos más en el modo “lucha” que en el modo lucha. Somos más fuertes, más rápidos y menos afectados por el dolor cuando estamos en el modo de ira.

En un momento dado y el desarrollo humano, la ira sirvió un propósito protector. El problema es que la mayoría de lo que reaccionamos hoy enojados son cosas que no soy una amenaza directa para nosotros. Generalmente, cuando estamos enojados, se trata de algo que no es realmente importante en el gran esquema de las cosas, solo pensamos que lo es.

La ira es una respuesta protectora, generalmente maladaptativa y con frecuencia incorrecta. Aprender a canalizar esta poderosa emoción es uno de los mayores desafíos de la vida, especialmente en el siglo XXI, cuando rara vez lo usamos para proteger nuestras vidas.