Lo que recuerdo es que me enseñaron en la Escuela de Acabados Patricia Stevens (a la que asistí en la escuela secundaria en los años 60):
Es educado entablar una conversación tanto con la persona que está a su derecha como con la persona que está a su izquierda, para no excluir ninguno de su atención.
Esto puede ser un desafío si uno u otro de ellos está conversando con la persona que está al otro lado, pero nos enseñaron las técnicas para interactuar con ambas personas y, según la disposición de los asientos, incluirlos en su atención. las personas al otro lado de la mesa de ti.
También me enseñaron ciertas técnicas para que “pareciera interesada” en lo que la otra persona estaba diciendo. Tenga en cuenta que no me enseñaron a ser realmente curioso o interesado en la otra persona. Solo para “aparecer” que era yo.
- ¿Por qué agregamos el signo de exclamación al final de frases como ‘gracias’, ‘lo siento’ y ‘bien hecho’?
- ¿Cuál es una forma elegante de recuperarse de ser interrumpido?
- Veo a muchos chicos en los baños públicos que no se lavan las manos después de usarlos, ¿es malo no darles la mano?
- ¿Es grosero no darle a alguien el soporte de mi cola de caballo si utilizo el soporte como una herramienta para manipular mi dermatillomanía?
- ¿Por qué muchos quoranes agradecen a las personas por un A2A?
Ahora considero ese entrenamiento tan inútil y triste. He llegado a comprender a través de la experiencia que una razón por la que podía sentirme tan fuera de lugar y sola en una ocasión social era que mi entrenamiento sobre cómo se suponía que debía “actuar” no permitía el tipo de interacciones que contribuirían a conexiones realmente satisfactorias – con otra persona y conmigo mismo.
Creo que la etiqueta en una cena está diseñada para mejorar la experiencia de conversación agradable que apoya la digestión. También armonía, sensación de bienestar y facilidad acompañante.
Por lo tanto, los temas que podrían inflamar o encender pasiones y opiniones divergentes pueden dejarse sin hablar. Dinero. Política. Religión. Sexo.
Temas que podrían prestarse a una conversación fácil: comida, jardinería, viajes, clima …
Tener en cuenta el contexto de la situación. Si hay un propósito o tema para la cena, eso puede ayudar a guiar su conversación. La curiosidad acerca de las opiniones e ideas de los demás puede contribuir en gran medida a crear el flujo de una conversación agradable.
Espero que esta respuesta te ayude a experimentar más confianza mientras cenas. 🙂