¿Sería la vida más divertida si tuviera menos curiosidad?

NO.

En primer lugar, la curiosidad sin fin es una de las características humanas definitorias. Es lo que nos llevó a este punto en la historia humana.

No solo eso, sino que somos adictos a explorar cosas nuevas. Cada vez que aprendemos algo nuevo, recibimos una oleada de dopamina. Eso AHA! El momento se siente genial, ¿no?

¿Qué hace a los humanos diferentes de otros animales? ¿Por qué los océanos se vuelven más ácidos? ¿Cómo funcionan las naves espaciales?

¿No quieres saber más?

Segundo, la vida se volvería aburrida. ¿Estarías contento de no querer saber nada?

La vida está llena de preguntas, y depende de nosotros responderlas.