Los colegios comunitarios ofrecen muchas cosas buenas. El ahorro de costes es solo uno de ellos. Además, ofrecen programas y cursos que pueden no estar disponibles en cualquier otra institución, como títulos y certificados técnicos y vocacionales, clases para estudiantes de educación continua y no graduados, y ofertas flexibles para estudiantes de medio tiempo.
La historia de las universidades comunitarias involucra, al menos en parte, los intentos de ofrecer educación a aquellos que no estaban listos o no querían ir a universidades de cuatro años. También tienen una larga tradición de tener políticas de admisión muy relajadas o abiertas. Finalmente, los colegios comunitarios a veces tienen calificaciones mínimas más bajas para los miembros de la facultad y, a menudo, utilizan instructores a tiempo parcial para enseñar clases. Todas estas cosas pueden contribuir a la impresión de que los colegios comunitarios son menos rigurosos, exigentes o prestigiosos. Cuando tienes una gran selección de algo, ya sea en universidades, autos, equipos de fútbol, restaurantes o casi cualquier cosa, es natural que las personas los clasifiquen y vean a algunos como “mejores” que otros. En el mundo de la educación superior, los colegios comunitarios a menudo se clasifican por debajo de los colegios de cuatro años en la mente de muchas personas.