Bueno, no todos nosotros. Pero para aquellos que lo hacen, aquí hay algunas posibles razones:
- difusión de torpeza
- liberación de tensión
- expresión de alivio (‘oh, no soy yo’)
- Comunicación de intenciones (según el tipo de risa).
- sonido de triunfo (‘ha, lo arruinaste y tengo uno sobre ti’)
- falta de empatía
- schadenfreude
- Regresión: emerge nuestro niño interior.
- estas casado con ellos y eres semi-malvado 🙂
PD. No creas que Shakespeare dijo esto, pero no obstante es cierto.