Hay algunas pruebas de que creer una mentira puede ayudarte a progresar.
Hace algunos años, la psicóloga Joanna Starek, ex nadadora competitiva, estaba en el podcast de Radiolab. Estaba fascinada por las competiciones de natación donde ambas partes tenían la misma capacidad física, pero un equipo siempre ganaría constantemente.
Ella administró una prueba psicológica a ambos lados que involucró muchas preguntas embarazosas, como “¿Alguna vez has disfrutado de tus movimientos intestinales?” o “¿Alguna vez has dudado de tu adecuación sexual?” o “¿Alguna vez has fantaseado con la violación?”
Más tarde, ella comprobó el progreso de los equipos al final de la temporada. Al final resultó que, las personas a las que podríamos decir “mintieron” en la prueba, las que siempre respondieron que no, que no admitirían nada embarazoso, no revelaron ninguna vulnerabilidad, fueron las que ganaron.
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La conclusión de Starek es que las personas que son buenas para engañarse a sí mismas tienden a sobresalir atléticamente.
Los atletas exitosos citados en el programa dijeron cosas como “tienes que creer que eres invencible”.
Creo que se transfiere a otros campos. Piensa en las bandas. John Lennon dijo que cuando estaba con los Beatles, todos creían que eran la mejor banda del mundo, y esa creencia los convirtió en los mejores.
Bono, en las entrevistas, dice lo mismo acerca de U2: somos los más grandes porque somos los mejores.
Nadie es invencible y creer que eres puede, obviamente, ser fatal en muchos casos. Pero también puede hacerte un éxito.