Es el colmo del egoísmo para los hombres, quienes aprecian plenamente en su propio caso la gran ventaja de la buena educación, negar estas ventajas a las mujeres.
No existe un argumento válido que permita defender la exclusión del sexo femenino del privilegio de la educación. Se argumenta que las mujeres tienen que realizar sus tareas domésticas y que, si fueran educadas, se enterrarían en sus libros y tendrían poco tiempo para asistir a la administración de sus hogares. Por supuesto, es posible que las mujeres, como lo sea para los hombres, descuiden el trabajo necesario para ahorrar más tiempo para leer novelas sensacionales. Pero las mujeres no son más propensas a esta tentación que los hombres, y la mayoría de las mujeres podrían hacer su trabajo doméstico tanto mejor como para poder refrescar sus mentes en los intervalos de ocio con un poco de lectura.
La educación incluso les ayudaría en el desempeño de la esfera más estrecha del deber femenino. La educación implica conocer los medios por los cuales se puede preservar y mejorar la salud, y le permite a la madre consultar libros modernos que le dirán cómo criar a sus hijos para que se conviertan en hombres y mujeres sanos y para que los amamante a ellos y a su esposo cuando ataque la enfermedad. su casa Sin educación, no es improbable que escuche con resultados fatales el consejo de los supersticiosos curanderos, que pretenden hacer maravillas con hechizos y magia.
- ¿Por qué las personas se sienten culpables cuando no están trabajando?
- Geeks y Geek Culture: ¿Los profesionales de la computación alguna vez viven la vida ‘en natura’?
- ¿Qué hace que las personas busquen un propósito en la vida?
- ¿Cuáles fueron las conclusiones del experimento ‘Twitch Plays Pokemon’?
- ¿Cuáles son todas las razones por las que alguien querría grabar una llamada?