Hay mucha gente por ahí que se equivoca al “ser sincero” o “decirlo como es” por engaño.
Cuando le dices a alguien una verdad desagradable, debes sopesar el bien que se obtendrá al compartir esa verdad con el daño que se causará al receptor. Decir “te ves terrible” a una persona obviamente enferma es darle a esa persona información valiosa que podría ayudarla. Decir “te ves terrible” a una novia que espera caminar por el pasillo es simplemente malo, incluso si es verdad.