¿Por qué y cómo las personas odian, disgustan o resienten a alguien o algo que no creen que exista o haya existido en primer lugar?

La gente “odia, disgusta o resiente” lo que representa la idea del dios.

Las personas “odian, no les gusta o se resienten” cuando se les dice que deben cambiar lo que creen y hacer en base a un libro que los creyentes creen que es la palabra de su dios.

Ellos “odian, disgustan o se resienten” porque les dicen que están equivocados, no piensan, son inmorales, van al infierno, son herramientas de Satanás.

Nadie odia a Thor o Zeus. Esos personajes inventados no tienen líderes que asusten a los creyentes que cuestionan. No tienen proselitistas manipulando a los no creyentes. Thor y Zeus no tienen más poder para dañar a las personas que la Linterna Verde. No hay nada que odiar. Pero los seguidores de las religiones actuales pueden causar mucho daño. Para los no creyentes, sus símbolos vienen a representar ese daño.

Es obvio que esto es preguntar acerca de los ateos y Dios.

Algunos ateos pueden odiar las incesantes proclamaciones de “toda la bondad de Dios”, los intentos de hacer proselitismo y de hacer cumplir las leyes locas debido a las creencias religiosas.

A algunos ateos les puede disgustar la disonancia cognitiva de los creyentes que ignoran el mal y el sufrimiento en el mundo con excusas poco convincentes como “Dios trabaja de maneras misteriosas”, o atribuyéndolo al diablo.

Pero en general, los dioses no son pensamientos que entren en la mente de los ateos, a menos que respondan a las discusiones, predicen o vean una tragedia relacionada con la religión en las noticias.

No tiene sentido que no te guste alguien (?) Cuya existencia no reconoces.

Sin embargo, un resentimiento fuerte con respecto a una reputación no merecida es bastante racional. Esto puede aplicarse a políticos, deportistas, ídolos de ambos tipos, dioses y otras celebridades cuya contribución es cuestionable.