Cambió mi perspectiva de la vida.
Conseguir ese primer perro, aprender a educarlo usando métodos de refuerzo positivos y luego hacer lo mismo con cada perro que entra en mi vida, me hizo una mejor persona.
Positivo con los perros, Positivo con las personas: cuando entrenas con los métodos de relaciones públicas, aprendes a ser observador, a esperar pacientemente la respuesta correcta ya alabar, alabar, elogiar. Aprendes rápidamente que el castigo, ya sea físico o psicológico, te morderá la cola con el tiempo. Sin darme cuenta, comencé a aplicar esto a otras áreas de mi vida. Mis relaciones mejoraron.
Curiosidad intelectual despierta: Como con cada nuevo esfuerzo, golpeo las señales y los baches, y algunas veces los agujeros en la carretera. Así que empecé a buscar respuestas, a inscribirme en cursos, a leer libros, revistas y blogs, a emular a los maestros y a aprender a tomar mis propias decisiones. Esto me llevó a …
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Convertirse en parte de una comunidad: las personas caninas tienden a ser generosas, al menos las personas de mente abierta y listas para compartir. Hice muchos amigos nuevos, tanto reales como a través de las redes sociales. Es genial interactuar con personas que hablan el mismo idioma y tienen objetivos similares.
Aprender a ser tolerantes: cada grupo está compuesto por muchos tipos de personas, y las personas de perros no son una excepción. Aprendí a escuchar otras opiniones, sin importar cuán contrarias sean a las mías, con respeto. Si siento que sus métodos de entrenamiento fueron perjudiciales para los perros, trato de educarlos para que adopten un enfoque más positivo.
A veces las personas necesitan orientación y espero ayudarles a tener una mejor relación con los perros.