No se trata de pensar más, se trata de pensar las cosas que normalmente no hacemos. Finalmente, estamos aislados. Nos tenemos a nosotros mismos. No tenemos que tener miedo de juzgar mientras estamos parados en estos cuadrados. No tenemos resistencia (ropa). Estamos vacíos, relajados. Las energías son dinámicas con la transferencia de calor entre el agua y el cuerpo.
Así que es natural pensar “¿Qué demonios estoy haciendo en esta hermosa Tierra? Entonces, ¿qué es la vida? ¿Hasta dónde hemos descubierto? ¿Subátomos? ¿Quién soy realmente? ¡Wow! ¡Amo a todos! ¡Todo! ¡Me encanta bañarme!” .
Sí, los seres humanos están diseñados de esa manera. Plantean las mayores preguntas importantes básicas cuando son felices corporalmente, emocionalmente. Desafortunadamente, en el agitado mundo de hoy, la ducha fría y relajante es la única vez que se produce un equilibrio así en las energías. A veces puedes tener esto mientras estás parado en la cima de una montaña en sintonía con la naturaleza, cantando o escuchando una canción melodiosa con todo el corazón. Pero, por supuesto, no todos los días subimos a una montaña o cantamos una canción con todo el corazón.
Apuesto a que esta brillante pregunta también se pensó mientras tomaba una buena ducha fría 🙂
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