Los seres humanos han desarrollado muchas formas de interrumpir uno mismo.
La fuente de las tendencias suele encontrarse en los sentimientos de impotencia que se originan en los insultos psicológicos infantiles.
Las decisiones tomadas en ese momento son insidiosas, de gran alcance y difíciles de disolver.
Se necesita una terapia sólida basada en métodos prácticos y realistas para crear mejoras en la vida.