Pareces pensar mucho sobre lo que OTRAS personas tienen que decirte o hacerte.
Dale más importancia a ti mismo y menos importancia a otras personas. Esto se debe a que solo puedes ayudar a los demás cuando te has ayudado a ti mismo primero.
Además, aprende a tomar las situaciones de la vida a la ligera y con una dosis de diversión. En el momento en que dejes de ser demasiado serio con las personas que te hablan mal, no te sentirás herido, digan lo que digan.
Mantente feliz y ámate a ti mismo siempre!
- Mi primer instinto es ayudar a los desafortunados, pero en lo más profundo de mi mente me disgusto. ¿Por qué?
- ¿Crees que hay gente que no miente? ¿Crees que es un hábito que puede ser completamente detenido?
- ¿Sería la vida más divertida si tuviera menos curiosidad?
- Si pudieras obligar a todos a hacer algo, ¿qué harías?
- Cómo dejar de pensar indigno de mí mismo.
Espero que esto ayude 🙂